Realme Interchangeable Lens Concept: El celular con lentes intercambiables.

Realme ha sorprendido en el Mobile World Congress (MWC) 2025 con la presentación de su Interchangeable Lens Concept, un prototipo de teléfono equipado con un innovador sistema de objetivos intercambiables. Este concepto busca traer la calidad de una cámara profesional a tu bolsillo, permitiéndote acoplar lentes de cámara directamente al móvil. Con esta propuesta, Realme quiere romper los límites de la fotografía móvil tradicional y ofrecer a los amantes de la fotografía un teléfono con prestaciones nunca antes vistas.

¿Cómo funciona?

El funcionamiento es sencillo: el teléfono integra un sensor CMOS Sony de 1 pulgada protegido por un cristal resistente y rodeado por una montura donde se acoplan las lentes. Realme ha adoptado la montura Leica M por su tamaño compacto y versatilidad, lo que permite usar muchas lentes Leica existentes.

El usuario solo tiene que girar la lente en la montura circular del teléfono hasta asegurarla, como en una cámara sin espejo. Realme ha mostrado dos objetivos profesionales: uno de 73 mm f/1.4 para retratos y otro de 234 mm f/1.5 para fotos a larga distancia. Estas lentes consiguen un efecto bokeh natural en retratos y un zoom óptico de 10 aumentos sin pérdida de calidad.

Lo interesante es que el móvil mantiene también sus cámaras habituales. Además del sensor para lentes intercambiables, incluye una cámara principal y una ultra gran angular que funcionan como en cualquier teléfono normal. El cerebro de todo el sistema es un procesador Snapdragon 8 Gen 2, y el dispositivo cuenta con una interfaz de cámara adaptada para controlar la exposición y otras funciones al usar las lentes externas.

Ventajas que ofrece

La principal ventaja es la calidad de imagen. El gran sensor y las ópticas profesionales consiguen una nitidez y rendimiento que superan a los móviles tradicionales. El objetivo de 73 mm logra retratos con un desenfoque de fondo natural y profesional, sin filtros digitales. Por su parte, el teleobjetivo de 234 mm ofrece un zoom 10x real que permite capturar detalles lejanos con una calidad imposible en teléfonos convencionales.

Otra gran ventaja es la versatilidad. Puedes usar diferentes lentes según tus necesidades: desde retratos hasta fotografía deportiva o natural, simplemente cambiando el objetivo. Además, al ser compatible con la montura Leica M, los aficionados podrían usar sus propias lentes, ampliando las posibilidades creativas.

El concepto también aprovecha lo mejor de ambos mundos: combina la calidad óptica profesional con el procesamiento digital de los móviles. Las fotos pueden mejorar con la inteligencia artificial y los algoritmos de Realme, permitiendo ajustes rápidos y compartir las imágenes al instante.

Desafíos a superar

El sistema también presenta algunos retos importantes. El primero es el tamaño y peso: añadir una lente profesional a un teléfono lo hace más pesado y difícil de manejar con una sola mano. Durante las pruebas en el MWC, el conjunto resultaba algo incómodo y requería sujetar el móvil con una mano y la lente con la otra. Para el teleobjetivo largo, incluso se recomendaba usar trípode.

Otro desafío es que las lentes son manuales. A diferencia de los móviles actuales, no tienen autoenfoque ni estabilización integrada, por lo que el usuario debe enfocar manualmente y cuidar la estabilidad al tomar la foto. Esto puede ser complicado para capturar sujetos en movimiento.

También hay que considerar la practicidad diaria. Este tipo de teléfono estaría dirigido a fotógrafos entusiastas, no al usuario común, ya que implica llevar lentes adicionales, montarlas cuando se necesiten y cuidarlas como equipo fotográfico profesional. Además, el precio probablemente sería elevado debido al coste de los componentes de calidad.

Comparación con propuestas similares

Realme no es el primero en intentar combinar teléfonos y cámaras profesionales. Xiaomi presentó en el mismo MWC 2025 su Xiaomi 15 Ultra Concept, que usa un módulo externo magnético que incluye tanto el sensor como la lente. Sony también exploró esta idea años atrás con sus cámaras QX, que se acoplaban al móvil y se conectaban por WiFi.

La diferencia clave es que Realme integra el sensor directamente en el teléfono, mientras que Xiaomi y Sony optaron por módulos separados. La ventaja del enfoque de Realme es la inmediatez, mientras que los módulos externos se pueden quitar y poner según se necesiten.

¿Llegará a las tiendas?

Aunque emocionante, la viabilidad comercial de este concepto es incierta. Realme ha dejado claro que es un prototipo sin fecha de lanzamiento, y probablemente esté evaluando la respuesta del público. Si llegara al mercado, podría ser como una edición limitada o modelo premium para entusiastas.

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